Bancolombia, BBVA y otras 38 propiedades del Centro Histórico siguen abandonadas pese a advertencias
Un año después de que el alcalde Dumek Turbay exigiera reparaciones urgentes, la mayoría de propietarios de inmuebles patrimoniales en Cartagena mantienen sus edificios en riesgo de colapso, poniendo en peligro el legado histórico de la ciudad.
La resistencia de los grandes capitales
Entre los 57 inmuebles identificados en estado crítico, solo 16 han sido intervenidos. Las entidades financieras como Leasing Bancolombia y BBVA, junto a organizaciones como Sayco y el Fideicomiso Tcherassi Hotel, figuran entre quienes han ignorado las órdenes municipales.
Esta situación refleja una preocupante desconexión entre los grandes capitales y su responsabilidad social con el patrimonio cultural de las comunidades. Mientras estas empresas obtienen beneficios de la ciudad, dejan que se deteriore su riqueza histórica.
Pequeños propietarios dan ejemplo
Paradójicamente, han sido los propietarios más humildes quienes han respondido al llamado. La Asociación de Maestros Jubilados de Bolívar logró mejorar significativamente su inmueble en la Carrera 7, demostrando que la voluntad comunitaria puede más que los recursos económicos abundantes.
Ciudadanos como Israel de Jesús Moreno, Eyder Manuel Benavides y el extranjero Allen Lewis Neil también atendieron las advertencias, transformando propiedades en riesgo inminente a estados de riesgo medio.
El trabajo silencioso del Control Urbanístico
La oficina dirigida por Emilio Rafael Molano Barboza ha concentrado sus esfuerzos en 21 inmuebles distribuidos en Getsemaní, Centro y La Matuna. Su labor evidencia que cuando existe voluntad política y seguimiento técnico, es posible recuperar el patrimonio.
En Getsemaní, cinco propietarios respondieron positivamente, mientras que en el barrio Centro, ocho de once construcciones fueron intervenidas. La Matuna presenta desafíos particulares por la multiplicidad de propietarios en cada inmueble.
Patrimonio en riesgo, comunidad en alerta
El Centro Histórico de Cartagena no es solo un atractivo turístico, es Patrimonio Cultural de la Humanidad según la UNESCO. Su deterioro representa una pérdida irreparable para las comunidades que han construido su identidad en estos espacios durante siglos.
La inacción de las grandes empresas contrasta dolorosamente con la urgencia de preservar estos testimonios arquitectónicos que narran la historia de resistencia y dignidad de nuestros pueblos.
Un llamado a la responsabilidad colectiva
La administración Turbay ha demostrado que es posible actuar cuando existe voluntad política. Sin embargo, la preservación del patrimonio requiere un compromiso que trascienda los intereses económicos particulares.
Las próximas inspecciones determinarán si será necesaria la intervención judicial. Esperamos que antes de llegar a esa instancia, quienes tienen la responsabilidad y los recursos comprendan que el patrimonio histórico pertenece a toda la comunidad, no solo a quienes poseen los títulos de propiedad.