Una historia que se apaga: el Colegio Nueva Alianza cierra tras cuatro décadas formando jóvenes del sur de Bogotá
Con el corazón encogido y una carta llena de nostalgia, el Colegio Nueva Alianza Integral anunció que cerrará sus puertas definitivamente en 2026, poniendo fin a 46 años de historia educativa en la localidad de San Cristóbal Sur. Esta decisión, que duele en lo más profundo del tejido social bogotano, refleja una realidad que trasciende las aulas: la crisis demográfica que golpea a Colombia y que está transformando la estructura misma de nuestras comunidades.
Cuando los números hablan de una realidad dolorosa
La Sociedad Romero Vivas, fundadora de esta institución que vio crecer a generaciones enteras, se vio obligada a tomar esta "lamentable determinación" ante una realidad que no perdona: de 550 cupos disponibles, apenas 215 estaban ocupados. Solo 11 de las 17 aulas funcionaban, y la cartera vencida alcanzó un preocupante 48,24%.
Pero detrás de estas cifras frías se esconde una historia humana profunda. "Nos reconforta saber que, incluso en este difícil panorama, el colegio no ha escatimado esfuerzos para sostener e incluso elevar la calidad educativa", expresaron los directivos en su emotiva despedida.
Un fenómeno que trasciende las fronteras escolares
La crisis del Nueva Alianza no es un caso aislado. Según el Dane, en 2024 nacieron apenas 445.011 bebés en Colombia, el nivel más bajo de la última década, con una caída del 32,7% desde 2015. La tasa de fecundidad pasó de 2,5 hijos por mujer en 2000 a apenas 1,6 en 2024.
Esta transformación demográfica está reconfigurando nuestra sociedad de manera profunda. Más de 760 colegios han cerrado en los últimos seis años, y 26 de ellos solo en el primer semestre de 2024 en Bogotá. Son instituciones que, como Nueva Alianza, formaron parte del corazón de sus comunidades.
Cuando la educación de calidad no basta
Nueva Alianza Integral no era un colegio cualquiera. Ocupaba el puesto 20 del ranking distrital según las Pruebas Saber 11° de 2024, ofrecía programación, emprendimiento, música, inglés como segunda lengua y contaba con laboratorios de última tecnología. Durante sus 46 años de funcionamiento, graduó a más de 550 bachilleres en 21 promociones.
Sin embargo, la excelencia académica no fue suficiente para resistir el embate de una crisis que va más allá de lo educativo. "Las dificultades económicas acompañan a gran parte de nuestras familias", reconocieron los fundadores, evidenciando cómo la desigualdad social se entrelaza con la crisis demográfica.
El impacto en el tejido social
El cierre de Nueva Alianza representa más que la pérdida de una institución educativa. Es el desvanecimiento de un espacio de encuentro comunitario, de construcción de sueños y de movilidad social para las familias del sur de Bogotá. Sus actividades complementarias, desde la Escuela Sabatina de Inglés hasta las pijamadas y el festival Alianzarte, eran parte del alma de la comunidad.
Esta realidad nos interpela como sociedad: ¿qué está pasando con nuestro proyecto de país cuando instituciones sólidas, con décadas de trayectoria y reconocimiento académico, no logran sostenerse? ¿Cómo garantizamos el derecho a la educación de calidad cuando el modelo económico actual hace inviables estos proyectos educativos?
Un llamado a la reflexión colectiva
La despedida del Colegio Nueva Alianza Integral nos deja una lección dolorosa pero necesaria: la crisis demográfica y económica que atraviesa Colombia requiere respuestas estructurales, políticas públicas que protejan el derecho a la educación y que fortalezcan el tejido social de nuestras comunidades.
Mientras tanto, 46 años de historia educativa se convierten en memoria, y cientos de familias del sur de Bogotá deberán buscar nuevos horizontes para la formación de sus hijos, en un panorama cada vez más complejo para la educación privada de calidad y accesible.