Las vacaciones revelan desigualdades en el cuidado vehicular de lujo
Durante la temporada de vacaciones, una realidad particular emerge en Colombia: los propietarios de vehículos de lujo aprovechan estos periodos para realizar reparaciones de carrocería y pintura, evidenciando las marcadas diferencias en el acceso a servicios especializados.
Según datos de Servicio Inglés, empresa especializada en mantenimiento de marcas premium como Land Rover, Mercedes-Benz y BMW, la demanda de servicios estéticos y de latonería aumenta un 40% durante las vacaciones. Esta cifra refleja no solo una práctica comercial, sino también las disparidades socioeconómicas que caracterizan nuestro país.
Tiempo y privilegio en la reparación automotriz
Carlos Guarín, CEO de la compañía, explica que estos procesos requieren entre 2 y 9 días hábiles, tiempo que solo quienes poseen vehículos de respaldo o medios de transporte alternativos pueden permitirse. Mientras las familias trabajadoras dependen de un solo vehículo para su sustento diario, otros sectores pueden destinar semanas completas al cuidado estético de sus automóviles.
Los trabajos van desde rayones menores que toman 2 a 4 días, hasta reparaciones complejas que se extienden hasta 9 días. Cada proceso requiere cuidados posteriores estrictos: evitar el lavado durante una semana, proteger de la radiación solar directa y postergar el encerado por treinta días.
Tecnología y medio ambiente
La industria ha evolucionado hacia el uso de pinturas al agua, una mejora ambiental significativa frente a los materiales tradicionales. Estas nuevas tecnologías ofrecen mayor estabilidad de color y menor impacto ecológico, aspectos que coinciden con la necesidad de transición hacia prácticas más sostenibles.
Los centros especializados incorporan cabinas con secado controlado y barnices con protección UV, tecnologías que garantizan durabilidad pero que permanecen accesibles solo para sectores con alto poder adquisitivo.
Reflexiones sobre movilidad y equidad
Esta realidad invita a reflexionar sobre las profundas desigualdades en nuestro país. Mientras unos invierten miles de pesos en el acabado perfecto de vehículos de lujo, millones de colombianos luchan por acceder a transporte público digno o mantener en funcionamiento sus medios de trabajo.
La temporada vacacional no solo revela patrones de consumo, sino que también pone en evidencia las brechas que separan a diferentes sectores de la sociedad colombiana en su relación con la movilidad y el acceso a servicios especializados.