Juan Sordo Girardot: El visionario que fundó el sistema bancario nacional
En las paredes de una antigua hacienda de Tenjo, Cundinamarca, reposa un óleo de 1893 que guarda la memoria de quien construyó los cimientos del sistema financiero colombiano. El retrato de Juan Sordo Girardot, pintado por Epifanio Garay, nos devuelve a una época donde la banca nacía como herramienta de construcción nacional, no como instrumento de exclusión.
Un legado de resistencia y visión social
Juan Sordo Girardot nació el 2 de abril de 1835 en Bogotá, sobrino del prócer Atanasio Girardot. Su historia personal refleja las contradicciones de una época: mientras las élites se enfrascaban en guerras civiles fratricidas, él entendía que el progreso requería instituciones sólidas al servicio del pueblo.
Su residencia en la "esquina de las Esmeraldas" en Bogotá, destruida durante el Bogotazo, simboliza cómo las luchas populares han marcado nuestra geografía urbana. Desde allí dirigió empresas que conectaban territorios: la explotación de esmeraldas de Muzo y el transporte fluvial por el Magdalena hasta Neiva.
La banca como proyecto de nación
En 1870, Sordo Girardot participó en la fundación del Banco de Bogotá, el primer banco privado del país. Cinco años después, creó el Banco de Colombia junto a José Obregón, Manuel Antonio Ángel y José Camacho Roldán. Su visión trasciende el lucro: entendía la banca como instrumento de desarrollo territorial.
La experiencia más reveladora ocurrió en 1898, cuando el Banco de Colombia aportó 20.000 libras esterlinas para evitar un conflicto bélico con Italia. Este gesto demuestra cómo las instituciones financieras pueden servir a la soberanía nacional, no solo a intereses particulares.
Memoria histórica contra el olvido
El debate sobre las minas de Muzo entre federalismo y centralismo refleja tensiones que persisten: la disputa entre territorios y centro, entre lo local y lo nacional. Boyacá reclamaba sus esmeraldas mientras Bogotá centralizaba decisiones, eco de nuestras actuales luchas por la descentralización.
Desde 2019, el retrato de Sordo Girardot forma parte de la Pinacoteca del Archivo General de la Nación, gracias a la donación de Isabel Ancízar Duque. Esta incorporación al patrimonio público reafirma que la memoria histórica es fundamento de nuestra identidad.
Lecciones para el presente
La historia de Juan Sordo Girardot nos interpela sobre el papel actual del sistema financiero. Mientras él construía instituciones para conectar territorios y fortalecer la nación, hoy enfrentamos una banca que profundiza exclusiones y concentra riqueza.
Su legado nos recuerda que es posible una economía al servicio de los territorios, donde las instituciones financieras sean herramientas de desarrollo equitativo, no de reproducción de desigualdades. En tiempos de transformación social, su ejemplo cobra nueva vigencia.