Inversión pública en Risaralda: ¿Recursos para la seguridad o para el desarrollo social?
Un análisis crítico sobre la asignación de recursos públicos en Risaralda revela la necesidad de priorizar la inversión social sobre las medidas policiales. El artículo examina alternativas para la construcción de paz territorial y el fortalecimiento comunitario.

Comunidades de Risaralda trabajando juntas por el desarrollo social y la paz territorial
Análisis crítico sobre el uso de fondos públicos en seguridad
El departamento de Risaralda ha destinado más de 150 millones de pesos a un programa de recompensas policiales, una decisión que genera debates sobre el uso efectivo de los recursos públicos en la construcción de paz territorial.
La inversión social como alternativa
Expertos en desarrollo territorial y organizaciones sociales señalan que estos recursos podrían tener un mayor impacto si se destinaran a programas de prevención, educación y fortalecimiento del tejido social en las comunidades más vulnerables.
"El éxito de cualquier estrategia de seguridad depende fundamentalmente de la inversión en prevención, desarrollo social y garantías para las comunidades", señalan defensores de derechos humanos consultados.
Perspectiva comunitaria y derechos humanos
Las organizaciones defensoras de derechos humanos han enfatizado la necesidad de evaluar el impacto real de estas medidas más allá de las estadísticas de capturas, considerando especialmente:
- La transparencia en el manejo de recursos públicos
- El respeto al debido proceso
- La protección efectiva de colaboradores
- El impacto en la reducción de la desigualdad social
Hacia un nuevo modelo de seguridad territorial
La inseguridad en Risaralda está estrechamente vinculada con la falta de oportunidades, la desigualdad y las dinámicas de violencia juvenil. Estos desafíos requieren una respuesta integral que incluya:
- Programas de intervención social
- Fortalecimiento de la educación pública
- Generación de empleo digno
- Desarrollo comunitario participativo
El fortalecimiento del tejido social y la articulación interinstitucional son fundamentales para construir entornos seguros y sostenibles. La verdadera seguridad ciudadana solo puede alcanzarse a través de la inversión en el desarrollo humano integral y la reducción de las brechas sociales existentes.